Más de mil docentes en Puerto Vallarta salieron a las calles para manifestarse en contra de la reforma a la Ley del ISSSTE, la cual, según denuncian, vulnera sus derechos laborales, afecta sus tiempos de jubilación y reduce las pensiones a las que tienen derecho tras años de servicio.


“Nos manifestamos en rechazo a las medidas que está implementando el gobierno federal con relación a la Ley del ISSSTE. Esta reforma ha perjudicado gravemente a los trabajadores de la educación, retrasando el tiempo de jubilación y disminuyendo el monto de las pensiones, lo que pone en riesgo nuestra estabilidad económica después de una vida de servicio a la educación”, expresaron los docentes.


Exigen cumplimiento de promesas
Los manifestantes recordaron que el expresidente Andrés Manuel López Obrador prometió en campaña modificar la ley para mejorar las condiciones de retiro de los maestros. Sin embargo, al concluir su mandato, esta promesa quedó incumplida. Asimismo, señalaron que la actual presidenta, Claudia Sheinbaum, se comprometió a revisar el tema durante su campaña, pero hasta el momento no ha tomado acciones concretas al respecto.
“Nos sentimos traicionados. Tanto el gobierno anterior como el actual hicieron compromisos con el magisterio, pero seguimos esperando una respuesta. No podemos permitir que se sigan vulnerando nuestros derechos y que, después de años de trabajo, nuestros compañeros enfrenten una jubilación precaria”, señalaron.

Ruta de la marcha y suspensión de clases
La movilización inició en la Unidad Municipal Administrativa (UMA), donde los maestros expresaron su descontento y leyeron un pronunciamiento en el que exigieron una reforma justa y equitativa. Posteriormente, marcharon hacia la Delegación de Servicios Educativos (DRSE) y, finalmente, llegaron al hospital del ISSSTE, donde exigieron mejores condiciones de seguridad social y atención médica para los trabajadores de la educación.
Durante la protesta, los docentes pidieron el apoyo y la comprensión de la sociedad, ya que la jornada de movilización implicó la suspensión de clases en varias escuelas de la ciudad.
“No queremos afectar a los alumnos ni a los padres de familia, pero es necesario alzar la voz. Esta lucha no solo es por nosotros, sino por las futuras generaciones de maestros que merecen condiciones laborales dignas”, concluyeron.
