Del 8 al 23 de septiembre han llegado 5.6 millones de dosis como parte de Covax.

En un acto de máxima publicidad y transparencia, la Secretaría de Salud informa que, del 23 de diciembre de 2020 al 23 de septiembre de 2022, el país ha recibido 243 millones 947 mil 095 vacunas contra COVID-19 para inmunizar a niños y niñas de cinco a 11 años, adolescentes y personas adultas, de las cuales, ha aplicado un total de 223.2 millones de dosis.
 
Con las dosis aplicadas, México ha cumplido con los objetivos de vacunar al 70 por ciento de su población, y reducir el número de hospitalizaciones y muertes ocasionadas por el virus SARS-CoV-2, lo que ha facilitado la reapertura económica y el regreso a las actividades normales.

A continuación, se muestra el concentrado de vacunas recibidas al 23 de septiembre por laboratorio productor
Del total de vacunas recibidas, 79 por ciento (192.8 millones) corresponde a contratos bilaterales con cada una de las empresas farmacéuticas; nueve por ciento (20.8 millones) a donaciones recibidas por otros países, y 12 por ciento, por medio de la cooperación multilateral de Covax.
Asimismo, desde el 23 de diciembre de 2020 al 23 de septiembre de 2022 han sido aplicadas 223 millones 158 mil 993 dosis contra esta enfermedad, logrando coberturas muy amplias, especialmente en la población adulta, como muestra la siguiente tabla, lo que ha tenido un enorme impacto en la prevención de enfermedad grave y defunciones.

A continuación, se muestra el concentrado de vacunas aplicadas por farmacéutica, estos consideran esquemas primarios y refuerzos:

Como todo programa de vacunación y dada la complejidad logística que implica implementar la inmunización, algunos biológicos sufren accidentes de red de frío o se desperdician durante la jornada (por fallas eléctricas, errores humanos, desastres naturales) o cumplen su vida útil sin poder ser aplicadas a la población por falta de demanda o preferencias personales, entre otras causas.  
 
Asimismo, la estrategia de vacunación contra el virus SARS-COV-2 contempló la utilización de vacunas que solo cuentan con autorización de emergencia, lo que implica tiempos recortados de vida útil por la limitada evidencia.  
 
Adicionalmente, las vacunas que se han recibido como parte de donación de otros países, por lo general cuentan con una vida útil o caducidad corta, complicando aún más la operatividad y logística de la estrategia.
 
Como resultado de lo anterior, cinco millones 041 mil 050 presentaron caducidad vencida, lo que representa 2.07 por ciento del total de biológicos disponibles en el país, y que se encontraban bajo resguardo de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex) S.A. de C.V. Adicionalmente un total de 856 mil 191 dosis (0.35% del total recibido) se han catalogado como pérdidas en las entidades federativas, ya sea mermas operativas o por accidentes de frío, o por caducidad.

Como se aprecia en la tabla anterior, la gran mayoría de las dosis con caducidad vencida antes de su aplicación, corresponden a vacunas donadas de AstraZeneca 3.4 millones (68% del total de vacunas caducadas en Birmex) y el resto corresponden a Sputnik V. Además de las razones generales ya mencionadas, en el caso de las vacunas de Sputnik V, una razón adicional que complicó su aplicación, fue el retraso importante en la entrega especifica del componente 2 por parte del laboratorio productor, lo que implicó que ante la incertidumbre de completar esquemas se retasara el inicio de esquemas primarios de vacunación con el componente 1.    
 
Esta situación no es exclusiva de México durante la vacunación contra COVID-19; países como Estados Unidos, España, Alemania y Uruguay también han reportado la caducidad del biológico contra COVID-19, así como mermas por diversas causas que no son atribuibles a procesos irregulares. Este tipo de mermas son esperadas en cualquier proceso de vacunación y mermas menores del 5 por ciento están dentro de lo esperado.  
 
Como ejemplo, en Indonesia, el Ministerio de Salud confirmó que 40.2 millones de vacunas contra COVID-19 caducadas fueron enviadas a destruir debido al corto tiempo disponible para su administración y uso, ya que la mayoría son donaciones de países donde no se pudo aplicar o se perdió la red de frío.
 
Estados Unidos destruyó 82.1 millones de dosis entre diciembre de 2020 y mayo de 2022, lo que representa alrededor de 11 por ciento de las dosis distribuidas. El número total de las descartadas coincide con las estimaciones de salud pública para grandes campañas de vacunación que utilizan viales multidosis, según la calculadora de tasas de desperdicio de vacunas de la Organización Mundial de la Salud.
 
La oficina Federal de Salud Pública de Suiza dio a conocer que 620 mil dosis de vacuna Moderna contra COVID-19 almacenadas en los centros de salud se encontraban caducadas, por lo que las Fuerzas Armadas acudieron a su recolección y destrucción.
 
En el caso de nuestro país, la Norma Oficial Mexicana NOM-036-SSA2-2012 de Prevención y control de enfermedades. Aplicación de vacunas, toxoides, fabotérapicos (sueros) e inmunoglobulinas en el humano, establece que una vez concluida la vigencia de uso de todos los productos biológicos deben darse de baja, inactivarse y desecharse. Este instrumento es aplicable a todas las vacunas sin distinción y no solo las utilizadas contra COVID-19.  
 
Es de destacar que la medida de inactivar las vacunas contra COVID-19 con caducidad vencida no impactó en la disponibilidad del biológico para atender la demanda de la población en todo el país.
 
El sector Salud refrenda el llamado a las personas para que acudan a vacunarse contra el virus SARS-CoV-2, así como completar los esquemas de vacunación, con el objetivo de optimizar la respuesta inmune.

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